La calidad del ambiente interior es algo clave, ya que existen muchos espacios con ambientes interiores poco confortables. No sólo a nivel térmico, sino a nivel general en relación a la calidad del aire. La salud de las personas y su potencial activo se ve damnificado. Es crucial, por tanto, prestar atención a los aspectos que hacen que se genere un óptimo ambiente interior que cuide la salud de las personas. Para determinar éste, se estudian cuatro factores principales y sus relaciones:
Una baja humedad relativa para cierta temperatura, en un ambiente excesivamente sintético y muy tecnificado puede generar la patología denominada Síndrome del Edificio Enfermo (es el conjunto de síntomas que provoca un inmueble sobre las personas que habitan o trabajan en él). Pero no sólo éste es un factor de riesgo. Hay otros factores que no se ven, ni se oyen, ni se huelen, ni se tocan, pero afectan a la salud de las personas. Podemos resumirlos en:
Factores biológicos: bacterias, hongos, mohos, microorganismos…
Factores físicos: acústica, iluminación, electrostática, campos electromagnéticos, materiales y sistemas constructivos
Factores químicos: sustancias nocivas, formaldehído, COV, COP, biocidas…
Además de todo esto, es importante valorar la Cronobiología. Esta es la ciencia que estudia la relación entre la iluminación artificial y los ciclos circadianos. Los habitantes de ciudades pasan casi un 90% del tiempo en espacios cerrados. Nuestro sistema biológico está regulado, entre otros factores, por la radiación solar: en función de la longitud de onda del espectro solar, sabemos si es por la mañana, al mediodía o por la noche. La luz artificial debe acompañar al espectro solar para que no se generen cronodisrupciones, cuyos efectos pueden ser: falta de concentración, sueño durante el día e insomnio nocturno, envejecimiento prematuro, depresión…
Para ello, se estudia la iluminación interior prestando especial atención a la temperatura de color, índice de reproducción del color y monotonía cromática. Estos valores pueden aumentar el rendimiento, concentración y estado anímico de los trabajadores de una empresa.
Analizando todos estos factores y sus causas podemos implementar cambios que ayuden a mejorar la calidad del ambiente interior y consigan ambientes más saludables que permiten usuarios más despiertos, sanos y felices. Conoce cómo se plasman todos estos conocimientos en nuestros proyectos.
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